Cuando se usa el término maya, se acostumbra designar con él a un conjunto de pueblos que no necesariamente se reconocen a sí mismos como mayas, sino que hablan diversas lenguas llamadas “mayenses” pues derivan de un tronco común, aunque en muchos casos, en la actualidad ya no se comprenden mutuamente.
Es un término que fue primero empleado por los españoles al inicio de la conquista cuando tomaron contacto con los pobladores de Mayapan, que en ese momento era la ciudad maya más importante de Yucatán, pero no refleja la realidad de estos pueblos.
Cada grupo étnico-lingüístico se identifica con el nombre de su propia etnia. Así, cada tzotzil, chamula, quiché, tojolabal, etc., se reconoce como tal, no como maya.
Los no-mayas empleamos el término maya, no así los mayas, a excepción de los que se han occidentalizado o pertenecen a las sociedades modernas de sus respectivos países.
En Guatemala, se ha venido empleando el término maya de una forma oficial para designar a todos los diversos grupos mayas, a partir de los Pactos de Paz que surgen como respuesta a los años de represión militar que azoló a ese país.
En la gráfica se pueden apreciar las diferentes lenguas mayenses; el número de habitantes que las hablan está reflejado en el tamaño de la palabra; así por ejemplo, hay aproximadamente 1,000,000 de hablantes del maya quiché o k´iche´(Guatemala) y un poco más de 800,000 del maya yucateco (México).
Los mayas históricos y los mayas modernos
Generalmente se hace una
distinción entre los mayas históricos y los mayas modernos.
Se les llama “mayas
históricos” a los pueblos que en la época anterior a la conquista de los
españoles, construyeron las ciudades y crearon la cultura material e
intelectual que actualmente conocemos a través de los vestigios, las
referencias históricas y las creencias y prácticas que aún prevalecen.
A la llegada de los
conquistadores, la población indígena se ve diezmada por la violencia directa y
por las nuevas enfermedades que éstos trajeron consigo, y se ve reducida en su
mayoría. Los sobrevivientes quedaron expuestos a las mezclas étnicas que se
originaron a partir del momento del encuentro de los dos mundos. De ahí surgen
las diversas “castas” que durante la colonia caracterizarían a México y otros
países latinoamericanos, siendo el mestizaje entre españoles e indígenas el más
frecuente y que marcó el origen de los actuales pueblos latinoamericanos.
A los descendientes de esos
mayas históricos que actualmente viven en el territorio maya, se les conoce
como maya modernos. Algunos grupos conservan en diversos grados ciertos
elementos de la cultura ancestral y sus tradiciones que dan lugar a la riqueza
que hoy en día aún preservan quienes no han sido seducidos por el modelo
occidental y la modernidad.
De entre todos los
contactos que han tenido los mayas con otros grupos humanos, tal vez el más
emocionante es el que se ha producido recientemente en que mayas e
investigadores especialistas de la cultura maya se encuentran, y juntos
estudian las cosas y los hechos de los antiguos, y aportan sentido y
significados, para llegar a interpretaciones y conclusiones que los acerquen
más a ellos y al acervo que se perdió en los actos violentos de la conquista.
Gracias a esta interacción,
mucha información derivada de lecturas epigráficas, de interpretaciones
iconográficas y de contextos arqueológicos puede verse verificada y aun
explicada en las tradiciones que se mantienen vivas.